sábado, 10 de octubre de 2009

LA VINOTINTO DIJO ADIOS A SURAFRICA CON UNA ACTUACION RIDÍCULA

Nicolás Fedor enterró todas las posibilidades del once nacional al fallar un penal crucial ante Paraguay que, con dos contragolpes, ganó 2-1

Nelson Contreras


Aunque las posibilidades matemáticas todavía existen, la selección venezolana, virtualmente, se despidió del Mundial Suráfrica 2010, tras desintegrase por completo ante su similar de Paraguay, por un categórico 2-1, en un atestado estadio Cachamay de Puerto Ordaz, estado Bolívar.
Todavía nadie se explica cómo Nicolás Fedor, un jugador curtido de fútbol, incluso con etiqueta de internacional pues aunque juega en la banca del Valencia español, falle en forma tan catastrófica el cobro de un penal, justo el que nos daba el descuento y la puerta abierta a la posible reacción definitiva del elenco criollo.
¿Mala suerte?.. Un rotundo no. Sencillamente, el que perdona lo matan. Así de sencillo. Eso fue lo que ocurrió y es triste decirlo: todavía estamos muy distantes de un Mundial, por lo menos para la edición de Suráfrica.
Es que desde el mismo momento en que Fedor se disponía a cobrar la falta máxima se sabía que era muy difícil batir al cancerbero paraguayo. Arrancó y de pronto de frenó –algo que sólo lo hacen los cracks y no los jugadores de banco- para al final producir un ratoncito de disparo que fue despejado sin mayores inconvenientes por el cancerbero visitante.
Al perder esa oportunidad de gol, los criollos quedaron diezmados, humillados hasta más no poder y solo un jugador enjundioso, trabajador y hábil como Alexander “Pequeño” Rondón le puso un mundo y luego de haber sido derribado en el área para lograr el penal, produjo el gol magistral en el momento que más se necesitaba. Pero hasta allí duró la fiesta, pues los paraguayos, ya clasificados para el Mundial mucho antes de este choque, se dedicaron a mantener la ventaja y así la victoria.
No quedan dudas que los venezolanos se dieron íntegros en este choque, sin embargo, no con ello se logran las victorias. Hay que tener el mordiente y la capacidad para fabricar jugadas que llevan al gol, tal y como lo hizo Paraguay, que con dos contragolpes, consiguió las dos dianas por intermedio de Cabañas, excelente su potente disparo al arco y luego de Cardozo para sepultar a los venezolanos.
Ahora solo queda mirar al Mundial de Brasil en 2014, pues ni produciendo el milagro de ganarle precisamente al Scrath en el último juego de la eliminatoria, el venidero miércoles, ya Uruguay o Ecuador tienen todo a su favor para salir avantes, es decir conseguir el quinto cupo de la eliminatoria, el que da derecho a un juego contra el cuarto de la Concacaf. Tendríamos que golear a Brasil y esperar que meridionales y uruguayos salgan derrotados en esos choques finales. Eso es como demasiado milagro.
Una verdadera lástima para la actual eliminatoria de la vinotinto. Se luchó arduamente. Se apreciaron muchos adelantos, pero, una vez más quedamos fuera de un Mundial de Mayores. Buena la actuación del técnico César Farías, pero creemos que ya cumplió su ciclo en la selección y debe pensarlo mucho, tanto él como la Federación, por si pretende seguir con el timón de la oncena criolla para el Mundial de Brasil 20014.
Igualmente, muchos de estos jugadores, tipo Arango, Fedor, etc, ya brillaron, y ahora deben darle chance a los chamos de la Sub 20 que actuaron en el Mundial de Egipto. Ya los jóvenes demostraron que tienen calidad y talento. Ahora les falta la oportunidad de demostrar su valía.
Para finalizar sólo nos queda una gran interrogante. ¿Por qué Arango no cobró el penal cuando se sabe que es el principal artillero del conjunto nacional?... Es posible que una lesión se lo impidiera, pero si es así ¿por qué seguía en la cancha?
Chao Vinotinto. Ahora a pensar en Brasil. Qué triste salir con esta derrota cuando estuvimos tan cerca del milagro…

miércoles, 7 de octubre de 2009

¿HASTA CUÁNDO DEBERÁ ESPERAR BOLÍVAR POR SU EQUIPO DE BEISBOL?

Comienza a sentirse el aroma caliente de nuestra pelota, pero la tierra guayanesa sigue castigada injustamente al no conseguir la franquicia de la LVBP



Nelson Contreras






A pocas horas del inicio de una nueva temporada de beisbol profesional ya comienza a sentirse en todo el país, especialmente, en las sedes de los clubes el aroma tradicional de la pelota profesional venezolana, esa que apaga los sinsabores de la sociedad, esa que baja los décibeles de los reclamos de muchos obreros y trabajadores, la que también podría servir para calmar a los estudiantes venezolanos en su protestas cotidianas. En fin, estamos listos para que comience la gran pasión de los venezolanos como lo es la campaña peloteril, pero en el estado Bolívar se siente desilución y tristeza, pues de nuevo quedan fuera de la fiesta peloteril.

Hay muchas cosas por resolver a los directivos de la Liga de Beisbol Profesional y uno de ellos, quizás el más importante, se centra en la ansiada expansión, que este año tampoco se cristalizará, dejando así huérfana de su espectáculo al estado Bolivar, con su moderno estadio, al que le sólo le faltará el toque oportuno para ponerlo a funcionar cómo la afición se lo merece.

Y es el estado Bolívar, emporio de grandes riquezas minerales del país y de gente trabajadora y pujante, necesita ya de una buena vez de su equipo de beisbol. Se ha esperado bastante. Se han hecho los esfuerzos, pero falta la voluntad plena de la LVBP para que este clamor se cristalice.

Hasta cuándo tendrán que esperar los guayaneses para cumplir ese ansiado sueño. Todo apunta a que hay intereses claramente en contra para que se logre el apoyo y así será difícil mantener esta lucha, ya que por más que se lo propongan los dirigentes de Bolívar, sus empresarios y sobre todo la población, los miles y miles de fanáticos que allí hacen vida, nada servirá, pues, repetimos, no hay voluntad para lograr este cometido.

Todo parece indicar que el único consuelo, si es que se da, se centra en poder allí ver algunos partidos de regalo, entre equipos que ya estén casi sin opción de entrar en la pelea por el pase al round robin o verlos por televisión, o tal vez escucharlos por la radio.

Queda ahora la pelota entonces en manos de la LVBP. Ellos tienen cómo resolver esta penosa situación que afecta a un pueblo que se merece su equipo para disfrutar del pasatiempo nacional. Ya es justo.